"Excelente maestro es aquel que,
enseñando poco, hace nacer en el alumno un deseo grande de
aprender"


Arturo Graf (1848-1913)


viernes, 25 de mayo de 2012




Competencias exigibles al docente del siglo XXI






1) Investigar de realidades

2) Creatividad

3) Análisis y síntesis de conocimientos

4) Generador de contextos cognitivos para sus alumnos

5) Actuación desde la ética

6) Toma de decisiones
7) Habilidades lingüísticas y comunicativas, para informar, organizar y trasformar conocimientos.
8) Dominio de medios tecnológicos informáticos

9) Habilidades metacognitivas para aprender a aprender en la vertiginosa red del conocimiento

10) habilidades interpersonales para trabajar en equipo.



Estas competencias se relacionan con los profesores Intelectuales Transformadores.




Convergencias y divergencias




Las competencias que logramos inferir al leer el texto de Iván Oliva “Breve disonancia de una disonancia epistémica: educación complejidad y reforma”, se relacionan plenamente con las competencias que propone Jesús Domingo Segovia en el texto “Las competencias profesionales del pedagógo.



Es sabido que hoy, en la sociedad del conocimiento es esencial el dominio del lenguaje tecnológico, especialmente del informático, a través del cual accedemos en cosa de segundos al conocimiento circundante en la red global. Para navegar en la red del conocimiento, debemos además desarrollar habilidades para analizar y sintetizar la información que se nos presenta, discriminando la relevancia de los mismos.



Las habilidades metacognitivas, son relevantes en cuanto debemos ser capaces de aprender a aprender, debido a que en cosa de segundos cambia la información, y la forma en que se presenta el conocimiento en esta red y tenemos que adaptarnos en el menor tiempo posible a este cambio.


Con ello, se desprende la necesidad de generar y evidenciar conocimientos desde un planteamiento ético, debido a la responsabilidad del impacto que genera la transformación del conocimiento para otros, y la importancia de la toma de decisiones en relación a este fenómeno.



Las habilidades lingüísticas y comunicativas, se tornan esenciales para analizar, organizar y trasformar conocimientos, que serán presentados a los estudiantes para que reconstruyan en base a sus propios conocimientos.



Finalmente, y no menos importante son las habilidades interpersonales que nos permiten trabajar en equipo, en la construcción de conocimiento desde la otra mirada del prisma del saber.




Nuestras declaraciones de base: Educación, Persona, Familia, Centro Educativo, Desarrollo y Felicidad






Familia: Elemento fundamental que sienta las bases de nuestra sociedad, encargada de proteger de forma integral a cada uno de sus integrantes, educándose día a día para convivir plenamente y participar activamente en  sociedad.



Educación: Proceso de socialización formal e informal de las personas en sociedad. En este proceso se entregan las herramientas para generar conocimientos,  incorporar valores y ajustarse a comportamientos que permitan la convivencia en armonía con otros, y la actuación en sociedad.



Persona: Un ser que posee conciencia sobre sí mismo y de su entorno, que cuenta con identidad, derechos y obligaciones al vivir en sociedad. Es un ser con sensibilidad, inteligencia y voluntad, aspectos típicos de nuestra humanidad.



Centro educativo: Lugar determinado donde se reúnen personas con fines educativos. El centro educativo se caracteriza por ofrecer servicios y prestaciones, con una propuesta clara en su misión, visión y objetivos que le permiten desarrollar en sus estudiantes conocimientos, destrezas y valores para actuar en sociedad.



Desarrollo: Es el proceso evolutivo del ser humano en el que va adquiriendo un importante número de conductas, valores y formas de pensar que tienen que ver con la vida en sociedad, el compartir con el resto de los individuos en diferentes tipos de situaciones. También, hace referencia al proceso a través del cual se incrementan o expanden características de orden físico.


Felicidad: Estado de ánimo que supone satisfacción de haber cumplido objetivos propuestos y cuando se logra dar solución a los distintos retos que enfrenta en su vida cotidiana. Por este motivo, se considera la felicidad como algo subjetivo y dependiente de la realidad de cada persona. Por lo tanto, se asocia  la frustración con su opuesto.