Competencias exigibles al docente del siglo XXI
1) Investigar de
realidades
2) Creatividad
3) Análisis y
síntesis de conocimientos
4) Generador de
contextos cognitivos para sus alumnos
5) Actuación desde
la ética
6) Toma de
decisiones
7) Habilidades
lingüísticas y comunicativas, para informar, organizar y trasformar
conocimientos.
8) Dominio de medios
tecnológicos informáticos
9) Habilidades
metacognitivas para aprender a aprender en la vertiginosa red del conocimiento
10) habilidades
interpersonales para trabajar en equipo.
Estas
competencias se relacionan con los profesores Intelectuales Transformadores.
Convergencias
y divergencias
Las
competencias que logramos inferir al leer el texto de Iván Oliva “Breve disonancia de una disonancia
epistémica: educación complejidad y reforma”, se relacionan plenamente con
las competencias que propone Jesús Domingo Segovia en el texto “Las competencias profesionales del pedagógo.
Es
sabido que hoy, en la sociedad del conocimiento es esencial el dominio del
lenguaje tecnológico, especialmente del informático, a través del cual
accedemos en cosa de segundos al conocimiento circundante en la red global.
Para navegar en la red del conocimiento, debemos además desarrollar habilidades
para analizar y sintetizar la información que se nos presenta, discriminando la
relevancia de los mismos.
Las
habilidades metacognitivas, son relevantes en cuanto debemos ser capaces de
aprender a aprender, debido a que en cosa de segundos cambia la información, y
la forma en que se presenta el conocimiento en esta red y tenemos que
adaptarnos en el menor tiempo posible a este cambio.
Con
ello, se desprende la necesidad de generar y evidenciar conocimientos desde un
planteamiento ético, debido a la responsabilidad del impacto que genera la
transformación del conocimiento para otros, y la importancia de la toma de
decisiones en relación a este fenómeno.
Las
habilidades lingüísticas y comunicativas, se tornan esenciales para analizar,
organizar y trasformar conocimientos, que serán presentados a los estudiantes
para que reconstruyan en base a sus propios conocimientos.
Finalmente,
y no menos importante son las habilidades interpersonales que nos permiten
trabajar en equipo, en la construcción de conocimiento desde la otra mirada del
prisma del saber.
Nuestras
declaraciones de base: Educación,
Persona, Familia, Centro Educativo, Desarrollo y Felicidad
Familia: Elemento fundamental que sienta las bases de nuestra
sociedad, encargada de proteger de forma integral a cada uno de sus
integrantes, educándose día a día para convivir plenamente y participar
activamente en sociedad.
Educación: Proceso de socialización formal e informal de las
personas en sociedad. En este proceso se entregan las herramientas para generar
conocimientos, incorporar valores y
ajustarse a comportamientos que permitan la convivencia en armonía con otros, y
la actuación en sociedad.
Persona: Un ser que posee conciencia sobre sí mismo y de su
entorno, que cuenta con identidad, derechos y obligaciones al vivir en
sociedad. Es un ser con sensibilidad, inteligencia y voluntad, aspectos típicos
de nuestra humanidad.
Centro educativo: Lugar determinado donde se reúnen
personas con fines educativos. El centro educativo se caracteriza por ofrecer
servicios y prestaciones, con una propuesta clara en su misión, visión y
objetivos que le permiten desarrollar en sus estudiantes conocimientos, destrezas
y valores para actuar en sociedad.
Desarrollo: Es el proceso evolutivo del ser humano en el que
va adquiriendo un importante número de conductas, valores y formas de pensar
que tienen que ver con la vida en sociedad, el compartir con el resto de los
individuos en diferentes tipos de situaciones. También, hace referencia al proceso
a través del cual se incrementan o expanden características de orden físico.
Felicidad: Estado de ánimo que supone satisfacción de haber
cumplido objetivos propuestos y cuando se logra dar solución a los distintos
retos que enfrenta en su vida cotidiana. Por este motivo, se considera la felicidad
como algo subjetivo y dependiente de la realidad de cada persona. Por lo tanto,
se asocia la frustración con su opuesto.